I CONGRESO VIRTUAL IBEROAMERICANO
SOBRE TURISMO ACCESIBLE
"TURISMO PARA TODOS"

DOCUMENTOS BASE

UN MERCADO DE MILLONES
LAS NECESIDADES DEL VIAJERO MINUSVALIDO

AUTOR: Lawrence J-E. Poole

INTRODUCCIÓN

Con frecuencia recibo invitaciones para dar charlas en organizaciones dedicadas a satisfacer las necesidades del consumidor, en las que el tema de los segmentos del mercado surge sin excepción. Sucede que los consultores del mercado han tomado conciencia en los últimos años de que la sólida masa que constituye el consumo está en realidad formada por muchos sub-grupos y nichos de menor dimensión. El mensaje que ahora recibe el cliente es que "ya es obvio que estos huecos individuales tienen necesidades muy distintas a aquellas del todo informe".

A esa evidencia se suma la realidad de una transformación reciente del mercado. La explosión de la comunicación redunda en un consumidor más informado, que intercambia datos con otros subgrupos para así formar "redes globales" especializadas. La tendencia actual y futura se caracteriza por el "marketing global", el "marketing de red" y el "marketing masivo individualizado". Los que apoyan este movimiento sostienen que: "Lo pequeño se organiza como si tuviera grandes dimensiones, porque lo grande es en realidad una ilusión. Es algo así como la paradoja entre el bosque y los árboles".

En mi pizarra tengo un dibujo animado de un niño que le pregunta a un sabio: "Cuál es la fuerza más poderosa del universo". A lo que el erudito responde: "La fuerza de la costumbre". Esta frase no me permite olvidar que muchas asociaciones reaccionan con gran lentitud a las transformaciones, a las exigencias de los tiempos cambiantes.

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EL VERDADERO TURISTA

Kéroul es una empresa sin fines de lucro con la misión de "Poner el turismo a disposición de las personas con restricciones físicas", que en los últimos quince años se encuentra a la cabeza de la transformación social del Canadá. Esta cifra es un buen presagio, ya que, según los expertos, es el lapso de tiempo necesario para que la conciencia pública acepte un cambio de paradigma. En "The Process of Mass Acceptance" (El proceso de la aceptación masiva), los Dres. George M. Beal y Joe M. Bohlen explican el doble proceso por medio del cual el público y sus instituciones aceptan las nuevas ideas:

"La primer etapa consiste en un complejo sistema de cinco pasos que se pueden resumir en (a) la toma de conciencia, (b) el interés, (c) la evaluación, (d) la prueba y (e) la adopción. La segunda etapa reconoce que no todo el mundo adopta al mismo tiempo las mismas ideas".

Al aceptar un promedio de 15 años para la mayoría de los cambios, los buenos doctores proponen que son muy pocos los visionarios que pueden distinguir el árbol en medio del bosque. De hecho, el resultado de sus estudios indica que solamente

"...el 3,5% de las personas son innovadoras y orientadas al cambio, un 10 al 15% adoptan los cambios al principio, del 15 al 20% son la mayoría temprana, del 40 al 60% son la mayoría y de 5 al 10% no los adoptan nunca...".

15 años atrás nosotros éramos un grupo minúsculo de visionarios, cuyas ideas de un turismo sin barreras eran cuestionadas o despreciadas. A nuestro fundador, André Leclerc, permanentemente se le preguntaba por qué había elegido el turismo como un medio para la integración social de los incapacitados físicos cuando había tantos asuntos por resolver. André explicaba pacientemente a quien quisiera escucharlo:

"...Ojos que no ven corazón que no siente. Al contar los minusválidos con acceso a aquellos lugares donde se congrega un mayor número de gente -como hoteles,restaurantes, medios de transporte, atracciones turísticas y actividades de interés- se despierta una mayor conciencia y de allí surgirán otros cambios. A lo que se suma la necesidad que tenemos de contar con transporte y alojamiento accesible para organizarnos en nuestra lucha por nuestros derechos". Continuaba diciendo: "Un viaje abre horizontes, es beneficioso para la economía y agrupa a la gente...".

A André lo conocí hace seis años de regreso de una gira por América Central. Había oído de mis viajes y me pidió que le informara sobre el acceso relativo en los países que yo había visitado. De nuestra charla en su oficina se desprendió mi avidez por viajar desde que contaba 17 años, cuando descubrí el Océano Atlántico, lo que me abrió la mente a un mundo mucha más amplio que mi vecindario. Hace 30 años que me muevo incesantemente, tanto por negocios como por placer, 17 de los cuales han sido en sillas de rueda. André entendió que viajar era mi pasión (para darles una idea, el año pasado pasé 146 noches fuera de mi casa y en lo que va del año el número de las mismas es 55, con 85 más confirmadas hasta fines de Diciembre), muy pronto me nombró miembro del Directorio, me dio el cargo de presidente y desde entonces tengo el placer de trabajar voluntariamente para la organización.
Yo soy uno de los árboles en el bosque del turismo. Viajo casi siempre con mi pareja de mi vida profesional y privada, algunas veces con mi hija (a quien ya le picó el bichito) y, debido a mi trabajo como consultor de capacitación, suelo tener bajo mi responsabilidad grupos más grandes. Por lo general soy el único con una incapacidad (por lo menos visible), por lo que supongo que soy la minoría. Tengo tarjetas de crédito doradas y siempre pago las cuentas a tiempo. Menciono este detalle porque me considero un cliente excelente y redituable para la industria del turismo. Nunca me he puesto a contar el dinero que he gastado en mis viajes, pero es una suma interesante.

A través de los años he verificado que, en general, la infraestructura turística de este mundo no se adapta a mis necesidades de un jockey en silla de ruedas. En realidad mis necesidades no son tantas: medios de transporte accesibles, alojamiento sin barreras, el fácil acceso al baño es fantástico y por lo general necesario y creo que también apreciaría por parte de los proveedores del servicio una actitud de reconocimiento de quién es el paga las cuentas. Considero que no es diferente de cualquier otro consumidor.

Al principio pensé en investigar el mercado y promover solamente aquellos que se adaptasen a mis necesidades. Pronto me di cuenta que esta actitud limitaba mi poder adquisitivo, por lo que tuve que incluir a los proveedores de servicios que fueran "relativamente accesibles", o sea aquellos establecimientos que no contaran con facilidades para mi "subgrupo", pero que no ponían demasiado objeciones a mis tarjetas de crédito.

La idea de que estoy trabajando para 854.000 habitantes de Quebec con habilidades físicas restringidas me hace darme cuenta de que no estoy solo en lo que a mis necesidades especiales se refiere. Descubrimiento que al principio me enfurecía, ya que si los minusválidos del Canadá se agruparan en una zona geográfica formaríamos la tercera provincia del país. Según "Statistics Canada", el 15,5% de los 26,9 millones de canadienses, o sea 4,2 millones de personas, tienen una discapacidad física. Como Kéroul se ocupa de "las personas con habilidades físicas restringidas", el número de gente que abarcamos en mucho mayor que esa cifra. Incluyendo a los lisiados, los individuos con lesiones temporarias, muchas personas mayores enfermas o debilitadas, los obesos y aquellos de reducido tamaño, los padres con cochecitos, etc., hasta un 35% de la población general dice que se beneficiaría con la posibilidad de contar con normas universales para los puntos de acceso. Yo diría que es algo más que un pequeño hueco del mercado.

Al principio entendía que los proveedores de servicios no se adaptaran a mis necesidades individuales, pero cuando tomé conciencia del gran potencial que todos nosotros representábamos, entendí que se trataba de una burda ignorancia. "El cliente siempre tiene razón", pensé. No hay duda que todo este nicho del mercado tiene el derecho de exigir baños accesibles". Cuando me encontré con el artículo de los médicos citado anteriormente, mi rabia se dio lugar a un mayor entendimiento, a lo que añadí mi comprensión de lo que es un "Catch-22" y ya todo cobró sentido. "La adaptación de nuestras instalaciones implica ciertos costos. En realidad no tenemos tantos visitantes con limitaciones físicas", dicen el señor y la señora a cargo de la hostería. "Sin la adaptación no podemos ir", replican el señor y la señora clientes con necesidades.

Nuestra economía depende casi exclusivamente de que el consumidor consuma y la mayoría de los negocios se quejan constantemente de una disminución en las ventas. Yo me pregunto quién puede permitirse el lujo hoy en día de perder un 15 ó un 20% de su actividad, quién puede negarle el acceso a un incremento potencial del 15 al 20% en sus beneficios. Entiendo que la mayoría de los consumidores no tienen la misma pasión por el turismo y que probablemente no van a insistir en pagar por un servicio a quien no quiere ofrecerlo. Si la industria se diera cuenta de que la comunidad con limitaciones físicas está lista para lanzarse ... y gastar.

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UN MERCADO POTENCIAL DE MILLONES

15 años le llevó a la sociedad canadiense adaptarse a la idea de integrar a los lisiados en todas las fascetas de su vida. Hoy en día todos, a excepción por supuesto del 5 al 10% que permanecen inmutables, entienden la lógica. Ha llegado la hora de introducir los cambios físicos que la idea implica, ya no debemos esperar más. Dentro de 15 años Mick Jagger va a tener 65 años, los resurgidores de los bebés están envejeciendo. Cuando en Kéroul analizamos la evolución de la demografía sabemos que el futuro cercano va a abrir compuertas.

Las cifras generales son sorprendentes. La Organización Mundial de Turismo prevé un increíble resurgimiento en la demanda de productos turísticos. De una cifra de 288 millones de consumidores en 1980, en 1990 el mercado creció a 456 millones. Para el año 2000 la Organización espera 660 millones de consumidores y 937 para el año 2010. El 14% de la población actual son personas mayores, segmento del mercado que está creciendo 11 veces más rápido que la población general; en la próxima generación más del 30% del mercado habrá alcanzado la edad dorada.

Las personas de edad avanzada son ya los turistas más ardientes, son los que cuentan con mayor tiempo libre, controlan el 77% de lo que se denomina el "dinero activo", son poseedores del 50% de todo el "ingreso discrecional" personal y son los que realizan el 40% de todas la compras. A medida que la edad de la población se incrementa, el número de personas con "una restricción en sus habilidades físicas" crece a pasos agigantados.

Kéroul acaba de recibir los resultados de una vasta investigación de mercado encomendada en la comunidad de minusválidos del Canadá, los Estados Unidos y Europa. Las cifras obtenidas son asombrosas: a los 4,1 millones de canadienses se les suman unos 45 millones de estadounidenses y 40 millones de europeos actualmente con algún tipo de impedimento físico, 60 millones de los cuales dicen que viajan y que un producto turístico de fácil acceso les resultaría beneficioso.

Entre otros hallazgos el estudio muestra que la condición de lisiado ha dejado de ser sinónimo de pobreza. Con los planes de salud, de las empresas y el gobierno, las jubilaciones privadas y los seguros, sumado al surgimiento de lo que se ha denominado "el trabajador informado" y la posibilidad de realizar tareas desde la casa a través del teléfono, fax, modem, etc., un accidente o una enfermedad ya no significan la indigencia. Por el contrario, es bien elevado el número de individuos con limitaciones físicas que tienen a su disposición importantes ingresos, mientras (al igual que el turista ideal) gozan de los beneficios de una agenda flexible.

Las zumbantes computadoras, los gráficos actuariales, las probabilidades y las reglas de cálculo, todos juntos predicen que en los próximos 15 años cientos de millones de turistas van a exigir una mayor facilidad de acceso. A lo que se añade las cifras confirmadas por los estudios de que por cada 2,4 viajeros hay un lisiado, un subgrupo visible que cuenta con multiplicantes invisibles. Como los grandes número tienden a crear confusión nos limitaremos a calificar estas estadística con el término que emplean los expertos en marketing de "una oportunidad a tener en cuenta".

A fin de capitalizar esta oportunidad las empresas de servicio tendrán que salvar, sin embargo, algunos escollos. Hace dos años, como resultado de una consulta a nivel nacional tanto en la industria como el consumidor, Kéroul publicó un informe que consignaba los errores cometidos hasta la fecha. La investigación señaló la ausencia de planes para "seducir" a la comunidad de minusválidos como un nicho importante del mercado. Encontramos una sorprendente falta de diálogo entre los distintos niveles del gobierno, la industria y los grupos de los consumidores, así como una verdadera ausencia de coordinación de los programas, políticas y medidas destinadas a facilitar el acceso al viajero con alguna limitación física. Descubrimos también grosos errores de marketing en la industria del turismo, tales como:

* La creencia de que todos tienen las mismas necesidades o van a responder a la misma oferta -cada hueco del mercado es único y como tal debe ser entendido;

* pensar que el que vende es el vendedor -los entendidos saben que el que compra es el comprador, de ahí que suministren LO QUE QUIERE EL CLIENTE;

* la idea de que el consumidor compra un producto tangible -en esta industria el cliente compra intangibles, como la sensación de ser tenido en cuenta;

* la convicción de que con ofrecer en un hotel un cuarto de fácil acceso se cubre este último requerimiento -el turismo es algo más que una habitación, comprende todo un circuito formado por partes componentes. La falta de una de las piezas del rompecabezas puede llegar a arruinar los planes de negocios o de vacaciones;

* creer que la construcción de una rampa significa que la noticia va a correr por telepatía a un millón de lisiados - este subgrupo, al igual que cualquier otro segmento del mercado, requiere que se lo cultive.

El nicho del mercado de los minusválidos está listo para viajar: el tema del turismo figura en nuestras publicaciones, estamos escribiendo libros sobre nuestras aventuras, estamos preparando nuestros propios operadores y agencias de turismo, se están diseñando productos que nos permiten vencer muchas limitaciones físicas. A medida que la industria vaya mejorando su preparación irá notando que la suerte la acompaña.

En diciembre último paré en un pequeño hotel de Costa Rica con "un acceso relativo". Conversé con la gerencia sobre la posibilidad de adaptar por completo un par de habitaciones. Cuando regresé en abril los cuartos estaban listos, habían construído las rampas, habían retirado las barreras de la pileta y la administración, con justa causa, se sentía orgullosa de los cambios.

Durante mi estadía otro jockey alemán de la silla de ruedas reservó el otro cuarto y apareció uno de Vancouver, que tuvo que alojarse en una habitación común, ya que la demanda superaba la oferta. Los tres nos llevamos una muy buena impresión y no nos faltó el tiempo para contarles a nuestros amigos y colegas. El gerente me contó que habían tenido otros turistas lisiados y que un par de ellos había hecho una reserva por un periodo bastante prolongado.

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El éxito de Kéroul

En los últimos 15 años Kéroul se ha labrado un nombre intachable y una verdadera credibilidad al mantenerse firme en su visión. Somos el vocero oficial del Ministerio de Turismo de Quebec y de la ciudad de Montreal. En carácter de huéspedes oficiales representamos a la Secretaría de Canadá en Independencia'92, ocasión en la que 3.000 participantes celebraron la Década Internacional de las Naciones Unidas del Minusválido. Después de enviar una carta a los líderes de la industria urgiéndolos a colaborar con Kéroul, el Ministro de Industria del Canadá, responsable del área de turismo, nos pidió que consideráramos la posibilidad de crear organizaciones similares a la nuestra en otras provincias.

Seguimos encargando informes y hallazgos, publicamos guías y libros de acceso, dirigimos una revista y boletines, producimos videos instructivos y criterios de evaluación a fin de contribuir a la transformación física de los sitios turísticos y mantenemos además una presencia permanente en miras a reflejar las necesidades de nuestros miembros.

Para cumplir con nuestra misión funcionamos de dos formas específicas:

* Actuamos de enlace entre el gobierno y la industria -a través de consultas, ofreciendo recomendaciones, programas de capacitación y talleres de trabajo, con nuestra aparición en los medios de difusión y en las reuniones públicas, etc.- facilitando de esa forma los cambios necesarios en las estructuras.

* Actuamos de enlace con la comunidad de los minusválidos -ofreciendo extensos bancos de datos y por medio de un centro para la planificación de viajes, brindando a aquellos con cualquier tipo de incapacidad física la oportunidad de experimentar diversas actividades turísticas, cultivando una amplia red de recursos, etc.- estimulando de esa forma un mayor interés en los viajes.

Incorporamos estas dos ideas con el fin de que la industria del turismo de Quebec adquiera una creciente conciencia de las necesidades de las personas con aptitudes físicas restringidas y que el turista lisiado descubra las bellezas de esta provincia y su patrimonio natural.

A ello se agrega que en los últimos tres años hemos participado con mayor intensidad del intercambio internacional. Contribuimos a formar el grupo Kosta Roda en Costa Rica, cuyos esfuerzos siguen nuestro modelo, funcionando a la vez en estrecha relación con el ICT (Instituto Costarricense de Turismo), la industria local y la comunidad con impedimentos físicos. Estamos considerando la solicitud de ayuda recibida de 8 países más. Hemos creado una sólida red de contactos con organizaciones con mandatos similares a los nuestros. Este verano ayudamos a visitar nuestra provincia a varios grupos europeos de turistas lisiados y en el invierno llevamos a los gélidos quebequeses a Florida y California.

Cuando pienso en el éxito de Kéroul en cuanto el logro de sus metas, no puedo dejar de reconocer al equipo y al espíritu creativo que anima nuestra misión. Con un objetivo en común, trabajamos bajo la coordinación de solamente cuatro personas, que responden a las necesidades de las 65 organizaciones miembros, que representan 240.000 individuos. Funcionamos con un pequeño presupuesto y somos idóneamente asistidos por unospocos voluntarios a tiempo completo que ofrecen servicios a los clientes, un Directorio de 7 personas que suministran sabios consejos, 8 representantes regionales que actúan en cada rincón de la provincia como nuestros representantes, un comité de 25 personas de resonancia en la industria del turismo, un Comité Internacional de rápido crecimiento que está preparando los cimientos para la propuesta de un "Congreso Internacional sobre Turismo y Acceso Universal" en 1998, unos 200 voluntarios para eventos especiales y unos 500 turistas lisiados que llevan la tarjeta del Club-Kéroul, quienes actúan a la vez de ojos y oídos nuestros en sus viajes por el mundo.

Nuestro equipo cuenta con varias especialidades con el fin de promover la sola idea de un "turismo sin barreras". Hay veces que cuando la lucha se hace cuesta arriba, nuestro espíritu descansa en la revelación de otro visionario, Victor Hugo, que hace unos 150 años sugerió que:

"Es posible resistir la invasión de un ejército, pero no aquella idea cuya hora ha llegado".

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